Hace casi tres meses me comprometí y a partir de eso el Señor me ha estado hablando sobre la gracia. Pues puedo identificar esta nueva etapa como plena gracia de Dios para mi vida, pero también he podido entender que esa misma gracia me sostiene y libera de mis pensamientos y expectativas para llevarme a más.
Quiero contarte un poco sobre esto porque ésta verdad ha transformado mi mente y anhelo que tu también vivas transformado.
Pero Su gracia…
Soy una persona de muchas expectativas, por casi todo creo posibilidades en mi mente. Claro está que cuando me comprometí mis expectativas sobre una boda y el matrimonio crecieron como espuma, y ni se diga de las ideas que me estaba creando de mi como esposa. Pero Dios no quería que mis expectativas me alimentaran, sino Él mismo quería suministrarme Su visión y Su plan para ésta etapa.
Fue en un punto en donde ya no estaba pudiendo contener esta gran carga que (¡por fin!) fui con Dios a entregarle ese diálogo interno y subconsciente en el que yo misma me estaba juzgando, estaba exigiéndome e inconscientemente estaba alejándome de la visión de Dios para mi futuro. Pero Su gracia… nuevamente me rescató de mi mente, era una vez más Dios trayendo descanso, liberando y refrescando con Su Palabra:
“Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí.” 2 Corintios 12:9 NTV
Más gracia
«Dios, ¿por qué lo haces una vez más? ¿No te cansas de mi?» La respuesta de Dios a estas preguntas siempre será «no». La razón por la que el Señor hace esto de liberarnos de nosotros mismos, rescatarnos de mentiras, restaurar nuestra identidad y muchas cosas más, sólo es por Su gracia. Él no quiere que nos quedemos en nuestra capacidad, no quiere que nos reduzcamos a nuestras expectativas o a lo que ya nos es conocido. Su voluntad es llevarnos a vivir en plenitud y libertad.
“Pues de Su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia.” Juan 1:16 NBLA
Gracia que sobrepasa expectativas
Mi debilidad más presente es la de crear expectativas. Eso me lleva a ser yo y no permitir que Cristo sea en mi. Pero al mismo tiempo, esta debilidad se vuelve una fortaleza porque es un recordatorio diario de vivir en la gracia. Reconocer que esas expectativas son mi debilidad hacen que el poder de Dios sea manifiesto y transforme la confianza que tenía en mí, para que esa confianza ahora esté depositada en Cristo.
Definitivamente Su gracia sobrepasa mi debilidad. Estoy convencida que en esta etapa y las que están por venir Su gracia será suficiente, Su gracia me bastará. Dios también quiere hacer esto contigo, Él también desea transformar tu debilidad con poder.
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