La vida eterna
Escrito por Ángel Del Bosque

En la primer carta de Juan, al estudiarla detenidamente vemos una gran variedad de temas importantes que nos ayudan en nuestra vida cristiana, uno de ellos, en el que personalmente encontre un asombro y un deleite muy grande, fue el tema de La vida eterna. A lo largo de la carta, Juan es muy enfatico en este tema, y quisiera compartir con ustedes tres puntos maravillosos, en los cuales podemos ver una armonia biblica muy peculiar.

La promesa

«Y esta es la promesa que El mismo nos hizo: la vida eterna» 1 Juan 2:25 LBLA

Tenemos la certeza de que tal promesa sera cumplida porque sabemos de quien provienen esas palabras, podemos descansar en que quien hizo esa promesa es Dios y si El lo dice, El lo hara.

Esta vida esta EN el Hijo

«Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida esta EN su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida» 1 Juan 5:11 y 12 LBLA

Podemos notar una secuencia en estos pasajes, o como lo mencionaba al principio, hay una «armonia». Dios prometio la vida eterna, y esta vida esta EN Jesus.

Esta vida ES el Hijo

«Y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este ES el verdadero Dios y LA vida eterna» 1 Juan 5:20 LBLA

La vida eterna fue prometida y fue dada, esta vida esta EN Jesus, y lo verdaderamente asombroso es que esta vida ES Jesus. Podemos llegar a pensar que la vida eterna es algo futuro o lejano, que comienza cuando se cruza el umbral de la muerte, y que despues de ese punto ya podremos disfrutar de esa VIDA ETERNA que a lo largo de la biblia es mencionada, o que hemos escuchado cientos de mensajes con ese tema y no terminamos de comprender, pero Juan, en tan solo unos cuantos versos nos expone esta maravillosa verdad.

Que te conozcan a TI

«Y esta ES la vida eterna: que te conozcan a TI, el unico Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado» Juan 17:3

Conocerle a El, es esa vida y esa vida comienza aqui. No es algo mistico o abstracto, es un caminar diario en conocer quien es Dios.

 

 

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